fbpx

Las mujeres en la esgrima

El manejo de la espada, y sobre todo la que hacemos en el club (esgrima histórica y combate medieval) se ha asociado siempre a hombres. Valerosos caballeros que defendían sus tierras de otros hombres malos. Sin duda alguna, las sociedades patriarcales que nos precedieron hacían recaer estas tareas -romantizadas, además- en ellos. Pero la historia también ha invisibilizado a numerosas mujeres que han aprendido a manejar estas armas y las han usado. 

El ejemplo más conocido en España es el de María Pita, que defendió A Coruña en el siglo XVI contra la flota de Drake. Pero a lo largo de la historia, en todo el mundo, han existido estos referentes, como en el tratado MS i.33 de espada y broquel del siglo XIV en el que aparece una mujer.

Siempre ha habido mujeres que han luchado contra lo establecido y que se han levantado contra los cánones machistas del mundo en el que vivían (y vivimos). En todas las épocas y culturas ha habido luchadoras, aunque no sepamos sus nombres. Y es a partir de la Revolución Francesa, cuando empezaron a batirse en duelos tal y como lo conocemos hoy en día.

En el caso de la esgrima más deportiva, parece ser que el desarrollo de la femenina está muy ligado a la historia del sufragismo y a la primera ola del feminismo. Según el escritor Luis Soravilla, “El movimiento feminista inglés, recomendaba a las primeras sufragistas que practicaran artes marciales para defenderse, y una de las más solicitadas era la esgrima”.

Por último, recordemos que la primera vez que una mujer participó en los Juegos Olímpicos en florete, fue en París 1924, fecha cercana a los sufragios femeninos en Reino Unido o la URSS. Pero no fue hasta Atlanta 1996 cuando se permitió participar a tiradoras en espada. Y aunque no nos lo creamos, fue en Atenas 2004 cuando las mujeres participaron por primera vez en la modalidad de sable.

A día de hoy, en esgrima histórica y combate medieval (al menos en España), la diferencia de practicantes por género en las asociaciones, escuelas o clubes de estos deportes sigue siendo muy grande. Podemos ver que va disminuyendo en algunos sitios, pero sigue sin poder equipararse. 

Consigamoslo.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si quieres ser toda una caballera medieval (¡o caballero!) apuntate a uno de nuestros cursos o clases.